
Nunca en mi vida he hecho una botellona y he visto a mi lado a un viejo de 78 años con su botellita de ron, su coca-cola, su hielo y su dominó. Nunca. Bueno, pues en un hospital de Galdakao se ve que no hacen una botellona desde sabe Dios cuándo o que nunca en su vida la han hecho, porque el lunes hicieron pasar a un viejete uno de los peores días de su vida. Bueno, los del hospital y el colega que le tocó de compañero de habitación, porque ni el Makinavaja era tan macarra como el amigo. Resulta que este pobre hombre, de nombre Luis Alonso (y no, no se ha escapado de una telenovela, es que España antes era asín), estaba tan tranquilo en su habitación de hospital cuando le llegó un compañero, algo más joven que él -por decir algo-, y con pintas un poco siniestras. Cuando los familiares le dejaron solo, aparecieron unos amiguetes con un lote y, ala, a hacer una botellona en la habitación, con el abuelete al lado de espectador. Pero no conformes con esto, se dedicaron a decir cositas a las enfermeras. Estoy seguro de que si en unos años este hospital es abandonado y el Fríker Jimenez del siglo XXIII se dedica a hacer psicofonías, podrá oírse claramente en la cinta: "Tïa wenaaaaaa, masssisssssaaaaa, tu culo me hinotissssssaaaaaaaaaaaa". Por cierto que al parecer también le dieron a los pitis -es que eso entra muy bien con el cubata-. Al rato también acudieron, alarmados por el escándalo, un celador y un vigilante del parking y fueron debida y literalmente mandados "a tomar por culo". Ea, con dos cojones. Y el pobre Luis Alonso mientras tumbado en su camita contemplando el espectáculo, y seguro que ni un cubata le ofrecieron. Os preguntaréis cómo acabó la botellona. Pues se fueron TODOS de juerga. Y cuando digo todos es todos, paciente incluido, que ni siquiera tenía el alta médica, y menos a esas horas, claro. Luis Alonso al fin podía descansar tranquilo.
Pero no.
Porque la cosa no acabó aquí. A la mañana siguiente, llegó un médico y echó del hospital al viejete. Luis Alonso, que no entendía nada, informó al doctor de que se encontraba mareado, ante lo que este respondió gritando: "Ya me imagino yo por qué está usted mareado".
Y yo me cago en diez. Porque ese hospital está muy lejos, aquí en Sevilla no dejan hacer botellonas, y yo necesito un sitio donde beber los fines de semana. Y además hay enfermeras.
5 comentarios:
Y además hay enfermeras?
Qué es eso Carlos?
Si trabajaras en un hospital ibas a darte cuenta de cómo son las enfermeras! jeje. No son 90-60-90 y no llevan minifalda con ligueros (por si lo pensabas y tal...). Además,te despiertan a las 6 de la mañana para tomarte la tensión y la temperatura.
Te aconsejo que busques cualquier parque,te saldrá más a cuenta ;)
pues mi me gusta que me despierten a las 6 de la mañana para tomarme la temperatura...
enfermeras gore powa!
Endebé! Lo que hay que oir...
pero esa historia es verdad?
q hacías en ese hospital?
yo puse en mi blokg la misma foto hace unos días para contar algo tb de médicos. esto me hace pensar q debo buscar un poco más hondo en la imágenes del google antes de elegir...pero esta estaba muy bien, eh!?
=)
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