
No soy amigo de idolatrar. Antes sí, ya no. Y no idolatro, creo. Pero este tío me tiene encandilao. Cuando estoy mal, cuando estoy jodido, cuando las venas aprietan y amenazan con salir de la piel, escucho su voz y me calmo. Es un poco como cuando un bebé llora y la madre llega y ea, se acabó. Ya sé que es muy gay lo que estoy diciendo, pero es que es así, ¿qué le voy a hacer?
Eso por no hablar de la cara de buena gente que tiene er shavá; es de esos con los que te gustaría irte de copas y pasártelo bien y charlar horas.
A los que no le hayáis escuchado, os animo a que lo hagáis. Los fagocitadores de la promoción impiden que un tío con tanta validez sea tan conocido como debiera, pero ahí está. Con sus canciones, con su voz. Me quito el sombrero, Xoel.
1 comentario:
Tengo que escuchar más de ese hombre.
muacks
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