
Ayer hablaba del apamplao del móvil. Incluí tres líneas de comportamiento claramente diferenciadoras para captar al vuelo y con sólo una mirada al tonto er móvil y señalarlo con una x roja como "individuo al que sólo llamaré si es estrictamente necesario". Pues bien. Por pudor, por consanguineidad o no sé bien por qué, decidí omitir cierta información que manejo y que me he estado pensando si revelar o no en este mi querido blog durante una larga noche de vueltas y vueltas en la cama.
Y es que tachar de tu lista de llamadas a un conocido es fácil e incluso a veces necesario y beneficioso. Pero cuando esa persona es tu madre... el mundo se tambalea. Haber tomado la decisión de no llamarla más al móvil ha sido difícil, duro, arduo, pero ha llegado el momento en que si no daba un golpe de autoridad, me arruinaba.
Muchos diréis: descastao, traidor, hijo de puta... Sí, sí, pero si a vosotros vuestra madre os hiciera lo que hace la mía, os aseguro que tomaríais la misma decisión que yo. Porque ya a veces pienso que no es algo espontáneo, sino, más bien, premeditado, frío y calculado. Porque le he dicho mil veces que no lo haga, pero ella, a lo suyo, sigue haciéndolo. Ni Darth Vader, ni el doctor Octopus ni los niños malos de Cobra Kai tenían tanta mala leche como ella cuando la llamas. Su modus operandi es siempre el mismo: la llamas, y si no puede cogerlo, primero descuelga y, acto seguido, cuelga. Ala, jódete. Que te cobran establecimiento de llamada... pos no pasa nadaaaa. ¿Para qué va a cortar directamente dándole al botón de colgar, si se puede dar un poquito de porculo? Pues esto, amigos y amigas, es lo que llevo sufriendo en silencio desde que el móvil es móvil y mi madre decidió comprarse uno.
No, no, ahora no os solidaricéis conmigo y pongáis cara triste y ladeada, que hace un momento me habéis llamado hijo de puta.
5 comentarios:
Jajajaja, que grandes verdades se podrían decir sobre las madres. Aún siendo las personas más especiales del mundo, la verdad, para unas prisas a veces no son. La mía también tiene su "momento movil". Me dice "dame un toque al llegar" (cuando voy de viaje). Le doy un toque y me llama diciendo "ay, te he llamado, porque como me has dado un toque, no sé si te había pasado algo". Así son ellas, y por eso (entre otras cosas) las queremos.
Mary
Ufff, la mía, más que perdidas.. hace encontradas!! Joder! Es que me suena la melodía completa!!
Menos mal que la conozco... por eso no me arruino...
Saludos.
El post vuelve a ser buenísimo. Me he vuelto a reír mucho. De todas formas a las madres hay que perdonarles todo. Como ya escribí en el comentario anterior la llamada “brecha digital” es toda una realidad. Para muchas personas esto de tratar con móviles, ordenadores, videos, tdt’s, pdas, usbs, llamadas perdidas, llamadas recibidas, botones rojos y verdes es como si de pronto muchos nos pusiéramos hablar en “spanglish”
Un gran saludo.
Peor es cuando tu madre te da un toque para que la llames, la llamas, y te responde con un seco "¿qué quieres?"... Insuperable...
Bueno, la mía lo que hace a veces, realmente chocante (y se lo he dicho mil veces pero nada) es contestar cuando la llamo, y en vez de hablar conmigo, ponerse a discutir con mi hermano o a hablar por el fijo con otra persona y dejarme a mí con cara de póker, móvil en mano, mientras van pasando los minutos... hasta que se digna a echarme cuenta.
Publicar un comentario