
En el día de ayer una joven tuvo que declarar ante el juez porque durante la desaparición de Marta del Castillo realizó una serie de llamadas anónimas a los padres de esta -el número de teléfono aparecía en los carteles de "desaparecida" colocados por la ciudad- en las que les decía que jamás volverían a ver a su hija.
La joven declaró que, efectivamente, realizó las llamadas, y lo hizo porque no tenía nada que hacer y se aburría.
¿Pero en qué mierda de mundo vivimos?
1 comentario:
Me da miedo parar y pensarlo...
R
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