Porque soy como soy...

O sea, maravilloso.

¿Y por qué?

Pues porque hoy he entrado en mi blog y he visto que hay una opción cuando metes la clave y eso que se llama "monetizar". Lo primero que he pensado ha sido: "¿Qué es eso de monetizar? ¿Dolerá?" Pero claro, "monetizar" se parece tanto a "moneda" que acto seguido he descartado la opción del dolor y el bolsillo ha empezado a picarme y a vibrar, y, como no tenía el móvil guardado ahí, me he dado cuenta de que era la ambición.

Y sí, amigos. Al parecer hay una opción por la cual puedes meter publicidad en el blog y te pagan dinero. No os voy a engañar. He dudado. He dicho: "Mmmmmmm... dinero...". Pero luego he pensado en mis lectores (cuando digo "lectores" quiero decir "lector"; gracias, sin ti no sería nadie), y me he dicho: "¡¡¡No!!!! ¡¡¡¡Nonononononononono!!!!! No puedo hacerles eso. Yo me debo a ellos!!!!!" He recordado el coraje extremo que me da cuando entro en otro blog o en cualquier página y me salen ventanas emergentes o anuncios que yo no quiero ver o lo que sea. Y he dicho otra vez: "¡No! ¡A ellos, NO!". Lo he hecho por vosotros (por ti, por ti; y encima estás de vacaciones).

En fin. Pues nada. Que como soy tan generoso y tan maravilloso y pienso tanto en el bienestar del prójimo, pues no sé, he pensado que podíais dar algún tipo de donativo a mi bondad, lo que queráis, de verdad, cualquier cosa estaría bien (pero no seáis tacaños), un detallito, un piscolabis, una mijá, yo qué sé, lo que queráis, de verdad, no os voy a poner cantidad, lo dejo en vuetras manos, que confío en vosotros y en vuestra mesura y equilibrio monetario y dadivoso.

Bueno, quien quiera que se ponga en contacto conmigo y yo le doy un número de cuenta, y, ala, to solucionao, ¿vale? Espero tener el correo lleno de emails en las próximas horas.

Ala. Adiós.