sábado, 24 de octubre de 2009

Qué bien que se está en Cancún



Me encantan las historias de mongolos y me encantan los mongolos. Porque, es hora de asumirlo, mi blog sin los mongolos no sería NADA.

No hay que ser muy intuitivo para saber que hoy traigo una historia de mongolos. Hace un tiempo publiqué una entrada en la que afirmaba que no se podía ser más tonto que el individuo que la protagonizaba, porque, creo recordar, había ido a la policía a reclamar que le habían pagado con dinero falso una entrega de marihuana.

Pues bien, el protagonista de hoy puede incluso superar al chuchimongui de la marihuana. Ya de entrada el nombre le da muchos puntos, la verdad. Llamarse Maxi Sopo y no ser mongolo es todo un mérito, mérito que nuestro querido Maxi (ojo, es su nombre real, no me lo estoy inventando como en otras ocasiones) no logra alcanzar, claro, visto lo visto y que os voy a contar. Pero antes, voy a ejemplificar lo dicho con dos ejemplos, como a mí me gusta. Valore el lector en qué contexto el nombre Maxi Sopo genera más armonía:

Individuo A: ¿Conoces a Maxi Sopo?
Individuo B: Sí, ¿no es ese prestigioso científico del que hablan en la tele?

O, por el contrario:

Individuo A: ¿Conoces a Maxi Sopo?
Individuo B: Sí, ¿no es ese que murió ahogado tragando su propia saliva?

En fin. Yo lo tengo claro.

El caso es que, y vamos a entrar ya en materia, Maxi Sopo era un individuo buscado por el FBI -sí, americano, de nuevo- por fraude bancario en Seattle. Al saber que la policía estaba investigando dicho fraude y que en breve iba a llevar un pijama a rayas y una bolita muy pesada atada al pie, alquiló un coche y se fugó a Méjico. Astuto, el tipo, podría pensar uno en un principio a pesar de llevar la cruz del nombre. Sí, astuto. Este tiene la inteligencia justa pa pasar el día, porque al amigo no se le ocurre otra cosa -y agárrense a sus asientos- que colgar fotos y escribir lo feliz que es y lo bien que se lo está pasando en Cancún en su Facebook. Ea. Mira que se puede ser tonto y todos lo podemos comprender. Mira que se puede llegar a ser muy tonto y muchos pensaríamos: "Ay, criaturita". Pero es que lo de Maxi Sopo es MUY FUERTE. Maxi, es que eres mongolito, criatura. Y encima el lumbreras, no contento con semejante despliegue público, agrega como amigo a un ex oficial del departamento de Justicia. ¡Muy bien, Maxi!

Estas palabras van dirigidas a Maxi Sopo: Maxi, me tienes preocupado. A ver, que no se trata de ser un lumbreras. Que nadie en esta vida te exige que seas Einstein ni nada parecido. Pero joder, es que lo tuyo es grave. No es ya el hecho de que seas usuario de Facebook, que ya te resta un poco de lucidez (en este momento, si tengo 6 lectores, he perdido 8; me encanta, me encanta), es que lo tuyo es ir más allá. No sé cuánto tiempo vas a estar en la cárcel -supongo que por fraude bancario y evasión de la justicia te caerá un pico- pero cuando salgas, recapacita, amigo. Que no estás solo, coño. Que tienes compañeros de masa gris como David Bustamante o los padres de Abraham. Yo confío en ti, Maxi. ¡¡Confío en ti!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajaajajajajajaja!!!

buenaaaaassss.....!!!

ay por dios... no se como puede sobrevivir personas así, madre mía...

bueno yo tengo face... pero te seguiré leyendo que conste en acta.

me encanta tu forma de escribir, y como no, siempre me parto de risa contigo!

besitos!!!!!