
La vida a veces es maravillosa. A veces te levantas por la mañana y por mucha gripe que tengas y por mucho que tengas que estudiar -aunque luego no lo hagas- y por mu mierda que sea todo, lees una noticia y dices: "Coño, si es que vuelvo a creer en el ser humano; si es que el ser humano es genial". Pues eso es lo que me ha pasado hoy. Siento un orgullo patrio con la humanidad en general que no me cabe en el cuerpo, que me desborda por los cuatro costaos, que... coño, que me estoy emocionando, ostia puta, que esto es muy grande.
La culpa de este arranque de fe la tiene un hombre que se llama McArthur -o bueno, en mi blog se va a llamar así y punto-, que es un tío al que ya desde hoy sin conocerle, le quiero, le adoro, sí que sí, porque me ha dado el día -en positivo, conste-.
McArthur la tiene chiquitita. No pasa nada, es lo que hay, ya se sabe lo que ocurre con el tamaño de los penes, los hay grandes, los hay normales o estándar, y los hay pequeñitos. Bueno, pues a McArthur le había tocado uno pequeñito. Y ¿qué pasa? Pues que este tío es MUY GRANDE. Sí, con el pito chico pero MUY GRANDE, porque, aro, uno en su situación ¿qué hace? Yo qué sé, se compra un alargador de esos que anuncian en la tele -ya hablé una vez en mi otro blog del famoso anuncio en el que salía una tipa diciendo: "A mí me gustan grandes" (¡Dios, qué anuncio, qué obra de arte!)- o se va a un quirófano o lo que sea.
Bueno, pues lo de "o lo que sea" se lo tomó al pie de la letra el amigo McArthur -que, por cierto no he dicho que es californiano, uséase, de EEUU (de dónde iba a ser)-, porque decidió alargar su cositichi de una forma original y divertida: con una mancuerna. Con el agujerito de una pesa o mancuerna, para ser más atinados. Este tío, que, repito, ES MUY GRANDE, metió el pituitín en el agujero de la mancuerna para que la pesa le colgara del tema en cuestión y, con el peso, se le fuera alargando. ESO ES SER UN TíO GRANDE Y CON DOS COJONES Y LO DEMAS SON TONTERÍAS. Como en toda historia en la que un tío mete el pito en una mancuera, algo tiene que salir mal, y, claro, esta no iba a ser menos. Se le quedó atascada y no podía sacarla. Tres días. TRES DIAS estuvo el buen hombre con una pesa colgando del pito hasta que se decidió por llamar a los bomberos. Que, llegados a este punto, uno se pregunta: "¿Pero qué edad tenía este hombre, por dió?" Cincuenta. A ver, recapitulemos, que esto es muy grande: yanki de cincuenta años de edad con pito chico introduce minipene en agujero de mancuerna para alargar, se le queda atrapada y se pasa tres días con la pesa colgando. ¿Y ahora qué? He empezado la entrada diciendo que era un día bonito por esto, por haberme encontrado con esta noticia, pero me lo estoy pensando, porque... es que yo creo que he tocado techo. ¿Ahora ya qué me va a sorprender en esta vida? ¿Existirá una historia que supere a la del pito y la mancuerna? Hay que pensarlo, hay que pensarlo. Quizá esto ha llegado siendo demasiado joven. A lo mejor preferiría haberme topado con esto teniendo setenta años ya. No sé, no sé...
Pero un momento, porque viene lo más grande. Y no me refiero al tamaño del pene una vez rescatado del orificio, no. Lo grande de verdad es lo que se le ocurrió decir a McArthur nada más ser liberado. O sea, el tipo está en casa, con el cuerpo de bomberos en su salón intentando liberar su pito de una mancuerna -que digo yo que algún pitorreo habría y tendría que soprtar Mc, porque oportunidades como esta para un bombero no se presentan todos los días en la vida-, y al nota no se le ocurre otra cosa que decir en el instante de la liberación que...
"Con esto me van a hacer el jefe de la tribu".
Ea. Encima cachondeo. Mc, amigo, que te has quedado impotente gracias a tu genial ocurrencia. Que ahora no sólo la tienes chica, sino que encima ya no levanta cabeza -y nunca mejor dicho-, que te has cortado el riego sanguineo con la presión -míralo por el lado bueno, ahora vas a ser muy inteligente-, que los bomberos no sólo se vieron con el papelón -o papelito, en este caso-, sino que encima tuvieron que inventarse un sistema de refrigeración para que las chipas al cortar la mancuerna no te quemaran el pito (ya tenemos chico, impotente y chamuscao), y tú vas y sueltas eso. Eres muy grande, Mc, MUY GRANDE.
2 comentarios:
increible....los americanos son increibles mc es increible...creo que no e... ya nada te va a sorprender no no..
Camps era uno de los bomberos. En la foto de la otra entrada le está contando cómo se le quedó después de meterla en la mancuerna.
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