jueves, 5 de noviembre de 2009

Otro. ¿Otro? Sí, otro. ¿Pero otro? Sí, otro, qué pasa.



Po eso. Otro enemigo a sumar a mi ya larga lista de enemigos públicos; a saber: David Bisbal, David Bustamante, canal sur, antena 3, Isabel Gemio, los abre-fácil, Tussam, los rocieros, Abraham Mateo, los padres de Abraham Mateo, el que le compone las canciones a Abraham Mateo, el que peina a Abraham Mateo, el que le compró el primer disco de Sergio Dalma a Abraham Mateo, Sergio Dalma, el supermercado MAS, mis vecinos de abajo... Ya no me acuerdo de ninguno más. Pero vamos, que alguno queda por ahí, seguro.

El caso es que tengo nuevo enemigo: mis vecinos de arriba. Sí, sí, ya en estéreo; los de arriba y los de abajo. ¿Y por qué son enemigos mis vecinos de arriba? Porque son una pesadilla, porque NO PARAN DE MOVER MUEBLES. Y uno puede decir: "Maldito tiquismiquis, los muebles hay que moverlos para limpiar"; a lo que yo respondo: "Sí, vale, sí, los muebles se mueven para limpiar, sí, de acuerdo. Pero se mueven UN MOMENTO, a lo sumo un rato durante una mañana porque, como el propio nombre de la acción en sí indica, ESTÁS LIMPIANDO, sí". Pero... ¿qué ocurre cuando tu vecino está TODO EL SANTO DÍA Y TODA LA SANTA NOCHE moviendo muebles? Pues ocurren dos cosas así de pronto: una, que acabas desquiciado. Dos, que empiezas a pensar que el cuchillo jamonero que tienes en el imán de la cocina puede tener una utilidad que habías descartado al comprarlo. Sí, es lo que estáis pensando, sí. Pero ¿qué queréis que os diga? Cuando llevas no sé cuántos días escuchando muebles moverse, insisto, A TODAS HORAS, acabas así, asesino perdido. Porque no mueven los muebles sólo por la mañana y por la tarde, nooooo. Eso sería sólo "dar porculo". Los mueven a todas horas en la madrugada, hasta empalmar con la mañana. Y eso ya no es "dar porculo". Eso es "hacer tu vida un infierno".

DATO: En este preciso momento acaban de mover los muebles, y no es coña. Son las 9:47 de la mañana.

El caso es que a las dos reacciones inmediatas que acabo de explicar, se les suma una posterior y en frío. Te preguntas por qué y cómo. ¿Por qué, por qué, por qué? ¿Por qué hostias (gracias, amigo Franco; contigo ya nunca más habrá un hostia sin h) tienen que estar todo el día moviendo los putísimos muebles que tantas ganas me entran de meterles por ese orificio llamado culo? Y sobre todo... ¿cómo? ¿Cómo cojones puede estar una persona moviendo muebles las 24 horas del día sin ni siquiera echarse una siestecita?

Pues bien, intentando contestar a estas y otras preguntas que yo mismo me hago a mí, he desarrollado las siguientes teorías:

1.-Tienen a un nota de guardia que va moviendo los muebles. Es decir, mi vecina (porque no lo he dicho todavía pero es una señora mayor), tiene contratados a varios funcionarios del Estado cuya tarea primordial es mover muebles (y desayunar), y estos se van turnando para acometer su labor. Es por ello que el movimiento de muebles no cesa con la caída de la noche; porque llega "el sustituto" y se pone a moverlos, descansado como está de haber dormido de día.

2.-Mi vecina es muy desordenada y no tiene un lugar fijo para sus muebles. De esta manera, según avanza y/o pasea por la casa, va moviendo los muebles conforme estos le van obstaculizando el camino. Lo cual me lleva a la siguiente conclusión: mi vecina come muchas espinacas porque debe estar muy fuerte para ello y para aguantar largas horas de vigilia sin dormir. O sea, por simple regla de tres, mi vecina es Popeye con peluca.

3.-Y ojo, porque esta es la más razonable y la más posible: mi vecina juega al tetris con los muebles. Señora mayor que es, acogió los años de esplendor de dicho programa informático ya jubilada de su trabajo, con lo cual, para matar el tiempo, se aficionó a este adictivo juego y, habiéndosele roto el ordenador o la nintendo 64, ha encontrado una forma más divertida de seguir practicando su afición: llevarlo a la vida real, al mundo en 3 dimensiones, palpable, táctil, perceptible... Pero se le olvidó una cosa: tiene vecinos. Y sobre todo, se le olvidó otra más importante: tiene un vecino muy antipático y con muy mala leche que cada vez mira con más lascivia el cuchillo jamonero pegado al imán de los cuchillos de la cocina. Es decir, tengo dos opciones: acabar con su vida o comprarle una Wii.

En fin, dejo ya de hablar de mi vecina, que como mañana por lo que sea (y Dios no lo quiera) aparezca fallecida en su casa, voy a ser el principal sospechoso de su muerte, y no queremos que eso pase. Aunque mira, en la cárcel lo mismo no mueven tanto los muebles.

Adiós. Me voy a comer jamón.

7 comentarios:

aidanone* dijo...

que aproveche el jamón! :P

mis vecinos también se pasan el día moviendo muebles... y cuando no están moviendo muebles están roncando (sí, los dos a la vez, y al lado de mi habitación), son cosas que jamás me explicaré

cuidado no te vayas a cortar con el cuchillo

Anónimo dijo...

Tú vecina realmente no mueve los muebles. Esta vez te hemos pillado guarrón, nadie se cree que estuvieras levantado a las 9:47.

Carlos dijo...

AIDANONE: era mentira; en realidad no tengo jamón, era por hacer la gracieta. Bueno, a veces compro de este de plástico que venden en los supermercados...

ANÓNIMO: me levanto TODOS LOS DIAS a las 7, mardito roedó.

Tytyvillus dijo...

Carlos, no mueven los muebles. Tu piso es viejo y suena a cascajo. Suenan las tuberías, los muros, las paredes, los bichitos que habitan en el interior....
Sobre todo ahora con los cambios de clima del día a la noche tan bruscos.
Probablemente tus vecinos de abajo también te odien y piensen en el joputa niñato que mueve los muebles y da por culo con la jodía guitarrita

Carlos dijo...

Jajajaja. Qué cabrón

iClass English dijo...

Nada chaval, a mandar. Por cierto, ¿no será esa la causa de tu insomnio?

El especialista escapista dijo...

Jajaja. Bueno, yo tengo a un vecino esquizofrénico que da mucho miedo (es de los que llevan tijeras y esas cosas que hacen pupita), aunque no sé si te lo cambiaba.

Un abrazo, que aunque te leo todos los días, me cuesta comentar.