
Hoy vengo a ilustraros hablando de un tipo de individuo más peligroso que MacGyver en una ferretería: el cursi. Los cursis todo lo destrozan: el gusto por vestir, los modales en la mesa, los Ferrero Rosher... Y los tacos. Estos seres cogen los tacos, pan nuesto de cada día, y los diseccionan, los manipulan y los transforman hasta convetirlos en palabras absurdas que nada o poco tienen que ver con lo que en un principio fueron y que además quedan horribles, y es entonces cuando dan ganas (o más ganas todavía) de cogerlos y colgarlos por los pelos de los sobacos hasta que, arrepentidos, supliquen clemencia.
Además, ¿quién se imagina diversas actividades sociales y/o de divertimento y esparcimiento sin la presencia de los tacos? ¿Cómo se puede ver, entonces, un partido de fútbol sin decir "Me cago en tu puta madre" o "Tus muertos, árbitro cabrón"? Es IMPOSIBLE ver un partido de fútbol así. IM-PO-SI-BLE. Claro, ya puestos, bebo Coca-cola, ¿no? Pues no. Los tacos son un bien positivo y necesario. Y vosotros, rositas de pitiminí, NO NOS LOS VAIS A ARRUINAR. Aunque lo intentéis. Que vaya si lo intentáis. A saber:
1.-Ostras : ea. Ostras. Pero ¿qué os han hecho estos pobres moluscos para que le asociéis connotaciones negativas? Bueno, lo de pobre es un decir, porque si ganaran dinero, las ostras serían las ricachonas del mundo marino. Porque anda que no son caras las muy hijas de puta. Y sin son caras, a vosotros, los cursis os tienen que encantar. ¿Entonces por qué las utilizáis como taco-fino? Os contradecís.
2.-Joper: este me toca las narices especialmente, porque son cursis pero no tontos: los listillos estos, con una sola letra, joden el taco entero. Además, nótese que con esta leve alteración mandan también a tomar porculo el enorme privilegio que tiene este bendito taco de ser conjugado -¿existe verbo más bello?-. Así, uno puede decir yo jodo, tú jodes, él jode..., pero no "yo jopo, tú jopes, él jope... ¡Destrustores! ¡Que sois unos destrustores! Jamás una miserable p me tocó tanto la moral. Además, esta aberración tiene variantes más siniestras aún: jopetas, jopelín... ¿Dónde vamos a llegar? ¿Dónde?
3.-Ósquite, Pedrín: este directamente no lo entiendo. ¿Quién es Pedrín? ¿Ósquite? Eso suena a avería del grifo.
-¿Qué le ocurre a mi lavabo, señor fontanero?
-Pues tras horas de búsqueda y análisis, he llegado a la conclusión de que su lavabo tiene un ósquite.
-¿Y es grave?
No sé, desconozco el porqué de esta expresión sustitutiva del taco... mmm... Es que en realidad tampoco sé a qué taco sustiye. Supongo que se puede usar en los mismos contextos que ostia puta... Voy a llamar a un cursi y le pregunto (si tu móvil empieza a sonar en breves momentos y soy yo, tienes un problema, amigo).
4.-Estoy hasta el moño: otro que no entiendo. Una cosa es cambiar el taco, y otra la localización geográfica que motivó el origen del mismo. A ver, el moño está arriba y lo otro más para abajo. Claro, es que si cambias esto alteras totalmente la esencia del taco, la raíz. ¡¡¡Blasfemos!!! ¡¡¡Que sois unos blasfemos!!!
5.-Hijo de mala madre: ¡¡oish!! ¡Mala, mala, mala! Di puta, coño, que no se te van a caer los dientes (a menos que tengas 70 años, pero entonces no será porque digas puta).
Bueno, ya no se me ocurren más. Si algún lector insensato acaba por casualidad en mi blog y recuerda alguno y nos enriquece con una brillante aportación, lo agradeceré. Ala. Buenos días.
 
5 comentarios:
bueno te comunico una palabra mas,
"me cachis"
bueno seguramente diga muchas más... pero como no me acuerdo,por ahora se queda solo esa, y con todo mi cariño.
ya sabes que me encanta tu blog, y jejeje viva las cursiladas!!! :P
totalmente de acuerdo, y es más hiriente si lo comparas con el uso fluido del taco, con todas sus posibilidades: http://www.youtube.com/watch?v=2V-lkwVuwkg
po trincame el pepino !!
"Un hostia puta" o un "cabrón" nunca jamás deberían ser sustituídos por el "jopetas" (dios, como odio esa palabra).
jolín, me cago en la mar, en la madre que te parió, la leche que mamaste, ósperatita, cáscaras, puñetas, no conseguirán ensombrecer la fuerza y contundencia de un, me cago en la puta de oros, en tus muertos más frescos, o el ya memorablemente histórico hideputa, que el taco no es cosa de nueva invención, sino tradición hispana no desarraigable.
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