miércoles, 9 de diciembre de 2009

Hans Kubus. En busca del Santo Cojón



Hay numerosas expresiones que aluden a partes del cuerpo humano y que tomamos como correctas y comprensibles. Es más, las hemos integrado tanto en nuestro hablar cotidiano, que ni siquiera nos paramos a pensar en su sentido metafórico, como es el caso de la expresión Con pies de plomo. Obviamente nadie tiene los pies de plomo, a menos que seas Ironman, claro, pero en su caso no tiene sentido decir: "Tengo los pies de plomo, tengo los pies de plomo", porque sobra especificar; hasta la churrina tiene ese hombre de plomo, así que para qué va a ir por ahí hablando de sus pies, ¿no? Vamos, digo yo, no sé, tampoco he hablado con Ironman nunca.

Hay más expresiones, como Tengo las manos llenas o la más conocida en el ambiente "rastril" de mercadillo de jueves, Que me las quitan de las manos, que me las quitan de las manos.

Bien, estas son expresiones que, como digo, utilizamos normalmente y no nos llaman la atención. Pero amigos, han nacido dos nuevas que aluden a partes del cuerpo y que, desde hoy, y gracias a un alemán y a una brasileña -sólo falta el español para que tengamos chiste-, ya no nos deben extrañar, porque se van a convertir en pan nuestro de cada día -o no-. La verdad es que ambas han visto la luz debido a lo extremamente zumbados que están sus padres fundadores. Pero no adelantemos acontecimientos.

Amigo/a lector/a, si a partir de hoy escuchas Con un collar de oro entre las tripas o Tengo los güevos llenos de lagartos, no te extrañes, porque esto puede ser asín.

En Río de Janeiro, una mujer de cincuenta y dos años que se encontraba en una joyería, tras dar quinientas pataditas sin moverse de la loseta a un balón de futbol y afirmar que "quiegue magcag muitosh golesh" -este último dato no lo he podido confirmar, así que bien podría estar inventándomelo; no lo descartemos-, decidió que uno de los collares de oro que se vendían en la misma le gustaba mucho y dijo: "Este me lo llevo yo por mi santo coñ... por mis muelas", así que no se le ocurrió otra cosa que tragárselo. Sin agua ni nada, la muy sádica. Los vendedores sospecharon de la zampacollares y llamaron a la pulisía, que no encontró nada al registrarla. Uno de ellos pensó en meterle la mano por la boca hasta las tripas, pero al ver que no podía -este dato tampoco he podido confirmarlo-, decidieron hacerle una radiografía y la pillaron. Ahora tienen que esperar a que la buena mujer obre o, de lo contrario, la intervendrán quirúrgicamente. Pero el collar lo recuperan sí o sí.

Mi segundo amigo de hoy es de esos que ya de por sí el nombre te hace presagiar la tragedia. Hans Kubus. Es que claro, no te puedes llamar Hans Kubus e irte de esta vida sin hacer una de las gordas. Ya lo decía Spiderman: un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y si te llamas Hans Kubus tienes que liarla, pero no liarla de "ay, que la lío", no, no. Tienes que liarla en plan despelote. Este tío, alemán, fue detenido en el aeropuerto de Chisr... Christch... en un aeropuerto de Nueva Zelanda portando cuarenta y cuatro ejemplares de siete especies protegidas de lagartos escondidos en sus cojones -¿Cuarenta y cuatro? Sí, cuarenta y cuatro. ¿Cuarenta y cuatro? Sí-. ¿Cómo lo pillaron? Pues porque los supuestos huevos le arrastraban por el suelo, claro -este último dato también me lo he inventado; no sé cómo le pillaron, pero me imagino que así, porque uno no puede llevar cuarenta y cuatro lagartijas en los huevos y que eso no se note ni arrastre-. Supongo que los lagartos irían bien comidos, porque les llega a dar un arrebato de hambre y con tanto cojón ahí a mano... No sé, peligroso, peligroso. Hans Kubus, has cumplido con creces, amigo. Ya puedes seguir viviendo tranquilo.

Bueno, nada más, me voy ya. Hoy ha sido una hora rara de actualizar, pero ya se sabe: no puedo estar tranquilo; duermo con un ojo cerrado y otro abierto; no cierro las ventanas... las actualizaciones pueden aparecer en cualquier momento...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajaja...

me siguen sorprendiendo tanto las noticias que encuentras, la leche... la tía que se traga un collar y el otro supervivientes con sus cojones, supongo, por llevar los lagartitos queridos..

la leche...
me encantas, ay por dios. GUAPO!!!!

aidanone* dijo...

xDDDDD

de dónde te sacas tú estas noticias? tienes unos gustos muy raros xD