Mmmmm... qué guantes más molones llevas...

Los jugadores del F.C. Copenhague están que ni se lo creen. Cuando meten la llave en la cerradura, abren la puerta y ven su salón, deben sentir algo parecido a lo que un niño pequeño al corretear por el pasillo la mañana de Reyes y ver el árbol de Navidad repleto de regalos. Y es que estos deportistas entran en casa y ven sus estanterías repletas de películas porno. Y, además, regaladas todas. Es decir, el sueño del sueño de todo hombre como yo y como tú, amigo lector, que lees mi blog y meas de pie: PORNO-GRATIS. Las dos palabras más bonitas del mundo, juntas.

El porqué de esta sobredosis de porno en los jugadores del F.C. Copenhague es bien sencillo: uno de los patrocinadores del equipo, la productora de cine X BN Agentur, les regala dos DVDs por victoria conseguida. Y claro, si el Copenhague fuera como el Numancia, pues me los veo viendo las rayitas del canal plus con los ojos arrugados y con la susodicha estantería llena de telarañas, pero es que resulta que los daneses van segundos en la liga, lo que da como resultado que su vida se ha convertido en una vorágine de porno gratis que, de seguir así, ni ellos mismos podrán controlar.

Y es que sí, he de admitir que estoy preocupado por estos muchachos y por el futuro del fútbol danés. Porque no se puede estar todo el día viendo porno y seguir con la mente sana y en su sitio. No, no. El porno hay que ADMINISTRARLO, y este uso deliberado y gratuito del mismo puede acarrear consecuencias fatales en estos tíos y en la ejecución de su profesión, oséase, el fútbol. Es que me los veo jugando un partido cachondos perdidos y picantones como ellos solos, con todo lo que ello conlleva. Situaciones cotidianas en un encuentro se pueden llegar a convertir en un nido de perversión y lujuria. "Oh, sí, me encanta cómo me driblas, ladrón", "Mmmmmm, qué portería más bonita tienes, ¿puedo entrar a verla?", "Ooooooh, qué gol me has metido... no es lo único que puedes meter esta tarde" o "¡¡Pásamela por detrás!! ¡¡Por detrássssssooooooooaaaaaaaaaahhh!!" serán frases que se podrán escuchar a lo largo de un partido, distrayendo así el fin último de este deporte mundial, que no es otro que el espectáculo.

En suma, discrepo abiertamente de la decisión de la productora, abogo por la suspensión de este tipo de medidas y, generosa y altruistamente, me ofrezco voluntario para adquirir todo el material ya transferido por las múltiples victorias conseguidas para que estos hombres del deporte puedan volver a practicar su fútbol con toda garantía y sin ningún tipo de interferencia.

¡¡¡Maldito porno del demonio!!!