lunes, 13 de abril de 2009

Chinos amnésicos (otra maravillosa historia de chinos)



Si me gustan los chinos es por algo, y no sólo por su comida. Son cojonudos, y punto. Olviden los todo a cien y las flores fluorescentes. Hay algo más detrás de los chinos. Son divertidos hasta para ser cafres.

Pero situémonos.

Taiwan, año dos mil nueve. Bajos de un edificio emblemático -vale, no me sé el nombre-. Una joven taiwanesa de edad no concretada se rocía de gasolina y se dispone a quemarse a lo bonzo. Pero no. ¿Por qué? Porque se le han olvidado las cerillas. Toma ya. No quiero pecar de insensible, pero yo veo que un nota se planta a mi lao, se echa un bote de gasolina encima y empieza a palparse la chaqueta porque no encuentra las cerillas por ningún lao y al final dice: "¡Ostia, se me han olvidao!" y ME DES-CO-JO-NO.

Luego por lo visto la chavalita se va a unos aparcamientos y, rociada toda ella de gasolina -claro, así no levanta sospechas-, le pide a un guarda un mecherito. El tipo, astuto todo él, dice: "Mmmmmmmmmmmm" y llama a la policía. En mi cabeza el diálogo es así:

CHINA SUICIDA: -Illo, illo, ¿tú no tendrá un mershero por ahí, verdá?

(Chino con cara de sospecha. Bueno, con MÁS cara de sospecha de la que ya de por sí naturalmente tiene)

CHINO ASTUTO: -¿Un mershero? No sé, no sé. Tú no querrá suisidarte, ¿¿¿nooooooooooo???

CHINA SUICIDA: -¿YOOOOOOOOOOO? A mí que me registren.

Bueno, la cosa no coló y el guarda llamó a la pulisía, que acudió rauda y veloz al lugar de los hechos, teniendo que dejar el capítulo de Goku que estaban viendo a la mitad.

Pero la cosa no acaba aquí, morbosillos. ¿Por qué se quería suicidar la china? Pues porque el novio la había dejado, y al parecer, es una creencia muy extendida en Taiwan que el suicidio se convierte en venganza contra una pareja que rompe vínculos amorosos, ya que crea un sentimiento de culpabilidad muy grandísimo y un gran miedo a que, y esto es literal, se aparezca el espíritu del difunto.

¡¡¡AHAHÁAAA!!!! ¿¿¿¿Y por qué pasa esto????

Pues porque los chinos han visto La maldición mil quinientas setetenta y cuatro veces por cabeza.

Chinos, no dejéis a vuestras novias y viceversa que luego ya sabéis lo que pasa.

Ea. Me voy a trabajá.

8 comentarios:

Johann Sebastian Blas dijo...

seguro que pasa a mi tb!!! nunca salgo con mechero !! :D

Anónimo dijo...

hablando de mecheros, cómo llevas lo de los petardos? te has fumao alguno?? si ej que....

Johann Sebastian Blas dijo...

de los que explotan ? o de los que no?

Carlos dijo...

El señor doctor me ha prohimido fumar...

Anónimo dijo...

jajaja, ya sabemos que lo tienes prohibido, pero lo has hecho?? ein??

james, de los que no

Peggy Sue dijo...

x_DDDDDDDD joder me he descojonao, deifnitivamente estos chinos están majaras de la cabeza. Al menos tendría sentido si en vez de suicidarse les cortaran su miembro para que así el fantasma de sus partes les asustara por las noches pero.... ¿suicidarte por un tío? Me lo imagino en mi situación contando con las personas que me han gustado y me entra un ataque de risa x_DDD ay ay ay ay ay.
P.D: ¿Y si me suicido por Nacho Campillo, crees que mi fantasma se le aparecerá?

Xana dijo...

Esto es una prueba

Xana dijo...

Esto es una prueba