Me cogieron por los huevos

Ayer sufrí el que yo denomino "fenómeno de parálisis momentanea de los sentidos por bodrio supremo o serie del demonio".

Me explico. Con la llegada de los canales digitales parece ser, después de un poco de exploración por mi parte, que se ha puesto de moda aprovechar estas vías tan poco conocidas aún para reponer series que parece que son de hace poco tiempo pero que en realidad miras la fechita al final del capítulo y dices: "Ay, madre, qué viejo soy ya". El otro día me sorprendí al ver de nuevo en acción a los mequetrefes de Sensación de vivir, serie esta en la que montaban un drama porque una pija del demonio le daba una calada a un cigarrillo.

Pues bien. Ayer hallé otra serie mítica de los noventa, esta a lo español, o sea, con niños menos pijos, más bordes y en general, un poco más subnormales, y en lo que a la vida real se refiere, peores actores. La serie no era otra que Al salir de clase, de la que juro que JAMÁS había visto un solo capítulo. Y ahora el que lo lea, dirá: "Claro, fantasmilla; igual que lo que has visto de los programas del corazón ha sido haciendo zapping. UN NABO PA TI, CHAVAL". Pero en cuando diga por qué no he visto ningún capítulo, el que me conozca medianamente sabrá que digo la verdad y nada más que la verdad.

La serie esta del demonio la echaban a la hora de la siesta.

Ea, ya está dicho todo. El caso es que ayer me ocurrió un fenómeno extraño que, no por no ser la primera vez que me ocurre deja de sorprenderme. Y es que no podía dejar de verla. Era tan jodidamente mala la puta serie, que algo dentro de mi ser me impedía cambiar de canal. El yo morboso que llevo dentro quería averiguar hasta qué punto unos guionistas pueden ser malos del demonio y unos actores, artificiales a más no poder. Las tramas eran para echarse a llorar, las gracietas de turno no le hacían gracia ni al risitas borracho de chupitos. Y allí estaba yo, casi a la hora de comer, en bañador pasando calor Y SIN PODER DEJAR DE VER AQUELLA PUTA SERIE DE LAS NARICES. Y me la tragué. Vaya si me la tragué. Hasta que empezaron Los Simpson, claro. Homer tiene un poder regresor de estados de hipnosis que me asusta.

En realidad hay otro motivo que no he comentado por el que no podía dejar de ver la serie.

PILAR LOPEZ DE AYALA ESTÁ MUY BUENA.