lunes, 21 de diciembre de 2009

Mi mono amedio y yo

Que vayas andando por la calle y te venga Kung fu de repente y te haga una patada voladora tiene que joder, pero bueno, dices "Es que era Kung fu, yo qué le voy a hacer" y te vas pa casa calentito, con el orgullo herido pero con la tranquilidad de que te ha dado un ente superior y no había nada que hacer. Si es Kung fu panda, más de lo mismo, porque sí, vale, es un panda con cara de flipado de la vida, pero eso, es UN PANDA y pesa mucho más que tú, seguro. Luego el elemento edad también puede verse contrarrestado por el elemento número; o sea, tú vas tralarí tralará paseando y te viene una mancha de niñatos de Cobra Kai y te empiezan a hacer llaves y cosas de estas, y jode, jode, pero eran más los cabrones, y ahí que te justificas. Ya la cosa cambia un poco si a quien te encuentras es al niño con cara de pasmao de Karate Kid. Cambia porque es uno sólo como tú y además es muy culón, sí, pero está tela de canijo. Ahí ya... te vas a tu casa con una sensación de... "¿Le podría haber zurrao yo? Pero bueno, es que te lo ves así a la pata coja y con los brazos extendidos tal que asín...



... y en estas que salta: "WATÁAAAAAH" y te arrea una patada de esas que él da y... Oye, que con una como esas ganó dos torneos cojo, tuerto y con diarrea, que lo vi yo en Karate Kid I y Karate Kid II. Así que nada, lo mismo otra vez: había justificación para que te hayas ido con tu racioncita buena ahí.

Todo esto entra dentro de lo normal. Ahora... que quien te zurre sea una panda de monos karatekas... ufffff. Complicao, ¿en? Pero no monos de "Hostia, un orangután", no, no. Monos de macaquillos de estos chiquitillos y canijorros que se te suben por los muebles y se comen tus cacahuetes.

Esto es lo que le ha pasado a Lo Wung, chino -sí, otra maravillosa historia de chinos; ya hacía tiempo que no venían por mi blog-, de cuarenta y dos años que se encontraba tan feliz en una callecita de China haciendo una exhibición con sus monitos cuando estos, que habrían desayunado mal ese día o sabe dios qué les pasó, decidieron atacar a su entrenador y humillarle delante de las decenas de personas que allí se congregaban para ver el improvisado espectáculo. Por favor, atención a la foto del momento. Qué porte tiene el puto mono, qué elegancia en el salto. Si parece que ha congelado su movimiento en el aire para que le tiraran la foto, por el santísimo yudoka:



Aspectos a destacar de la foto: la cara de mala hostia del macaco -esto es tenerle rencor a tu entrenador y lo demás son tonterías; y, por cierto, este mono ha jugado al Bushido demasiadas horas, me parece a mí; hay que quitarle la Playstation YA-, y la de pitorreo del chavalito -muy fashion él- de la derecha en la foto, el que sostiene una mochila o un bolso o yo qué sé qué es.

Y es que sí, amigos. El pobre Lo es desde entonces blanco de las despiadadas burlas de toda China y parte del extranjero. Nada más hay que oír las declaraciones de los allí presentes: "Estaban brincando y saltando por todos sitios (los monos, claro). Era mejor que una película de Bruce Lee". Ea. Era mejor que una película de Bruce Lee. Ni preocuparse por la salud del chino ni aquí se ha caío la abuela ni ná de ná. Los putos sádicos estos ESTABAN DISFRUTANDO de la humillación de Lo y punto. Razonable, razonable.

La vida de este hombre, ni que decir tiene, se ha convertido en un despiporre desde que este triste acontecimiento ha tenido lugar. A pesar de que, según la noticia -que, quiero volver a insistir como siempre hago, es totalmente real y pueden consultarla en la página web de informativos telecinco-, Lo quiso restaurar su honor castigando a los monos duramente para que "mostraran su remordimiento por el repugnante ataque" -al parecer el castigo consistió en disminuirles el racionamiento diario de pan de gambas (vale, esto me lo he inventado, sí)-, la verdad es que toda China se toma ya al tío este por el pito de un sereno. Por lo visto, que lo he investigado yo, el otro día estaba cocinando en su casa y vio una cucaracha y, cuando se disponía a pisarla, por falta de insecticida inteligente con Insectseeker -pobre insensato, podría haberla matado con los ojos vendados y apuntando hacia el lugar que le hubiera o hubiese placido-, el insecto se colocó en posición de defensa y exclamó: "¡¡¡¡Wata yutúuuuuuu!!!!", y ya Lo se acojonó, se acojonó. Claro, es lo que tiene que te ataquen unos macacos a plena luz del día y en plena calle, que marca, marca. Ya no vuelves a ser el mismo y hasta las cucarachas te echan cojones.

Pobre Lo. Siento mucha lástima por él, que conste. Es por ello que me he solidarizado y le he hecho una llamadita de condolencia. También he aprovechado para advertirle de que quiero que me prepare un bocata de mortadela todos los días y que me lo tenga a listo a eso de las doce del mediodía o le hago la zancadilla así en plan zorruno cuando menos se lo espere... y ha accedido, ha accedido.

3 comentarios:

Jorge Lázaro dijo...

Diossss mío, pobre Lo xDDDDD

sara dijo...

DIOS!!!!!
la foto del mono es buenisima ! BUENISIMA!!!!!
jajajajajajajajajajajajajajajajaja
yo tambien estaría traumatizada eh...

Carlos dijo...

SPARTAN GEORGE: Qué de blogs tienes, madre mía. ¿Cuál me recomiendas?