miércoles, 5 de noviembre de 2008

Me lo dicen en los bares...

Mira, ¿no ves el silencio romperse? ¿No ves que una sombra azul no es capaz de esconder la luz marrón que sobrepasa las pupilas de un día quebrado? Baja la lanza y ven, no dudes que aquí tienes una casa, un lugar donde poder cerrar los ojos y dormir sin abrirlos cada diez segundos para ver si viene el lobo. No soplaré y soplaré, ni tienes que enseñar la pata por debajo de la puerta. Intento ver más allá del papel, saber quién te arrebató los oídos, quién los ojos, y quién te puso incredulidad cada día en el plato.

Mira, ¿no ves que te miran al pasar y que cuando pones cara triste dos sonrisas se caen a la vez? ¿No ves que vas delante de tu sombra y no es capaz de alcanzarte cuando corres tan deprisa? ¿No ves que si chillas saltan las astillas y no hay trampa ni cartón?

No dudes en entrar sin llamar, en llamar sin entrar, en gritar si hace falta y además es necesario. No dudes en preguntar cuando haya que preguntar, pero baja la lanza, bájala de una vez, que, sin clavarse, pincha.

3 comentarios:

Rocío Luna dijo...

Genial, Carlos...
Bona nit.

Johann Sebastian Blas dijo...

ciertamente, grandioso !

|[Silence]| dijo...

=)



ainnnnnnn por diooooh!