Mira, ¿no ves el silencio romperse? ¿No ves que una sombra azul no es capaz de esconder la luz marrón que sobrepasa las pupilas de un día quebrado? Baja la lanza y ven, no dudes que aquí tienes una casa, un lugar donde poder cerrar los ojos y dormir sin abrirlos cada diez segundos para ver si viene el lobo. No soplaré y soplaré, ni tienes que enseñar la pata por debajo de la puerta. Intento ver más allá del papel, saber quién te arrebató los oídos, quién los ojos, y quién te puso incredulidad cada día en el plato.
Mira, ¿no ves que te miran al pasar y que cuando pones cara triste dos sonrisas se caen a la vez? ¿No ves que vas delante de tu sombra y no es capaz de alcanzarte cuando corres tan deprisa? ¿No ves que si chillas saltan las astillas y no hay trampa ni cartón?
No dudes en entrar sin llamar, en llamar sin entrar, en gritar si hace falta y además es necesario. No dudes en preguntar cuando haya que preguntar, pero baja la lanza, bájala de una vez, que, sin clavarse, pincha.
3 comentarios:
Genial, Carlos...
Bona nit.
ciertamente, grandioso !
=)
ainnnnnnn por diooooh!
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