viernes, 18 de septiembre de 2009

Ratas de biblioteca



A mis treinta y un años, quién me lo iba a decir, he vuelto a convertirme en una rata de biblioteca. Bueno, para qué voy a engañar a nadie... Más bien pretendo serlo por primera vez en mi vida, ya que no he conocido más camareros y más variedades de café de máquina que en mis años de estudiante. Llegaba, soltaba los libros, y me iba a la cafetería toda la mañana. Que, por cierto, el otro día me enteré de que si tardas más de media hora en volver, pierdes el derecho al sitio que has cogido. Curioso. Algún dios griego debió protegerme en mi veintena -se llamaría Bibliotekós o algo así- porque jamás me fue arrebatada mi sillita de plástico.

Pero vamos a lo que vamos, que me descentro. ¿Por qué cuento todo esto? Pues porque en el tiempo que llevo estudiando -o intentando estudiar-, he podido captar claramente y a la perfección que la fauna que allí se congrega a mi lado no es homogénea como cualquiera podría pensar; ni mucho menos. Son seres curiosos y extraños que responden a una tipología que me he tomado la molestia de desmenuzar para vosotros, amados lectores (ya sé que hablo solo, no pasa nada, lo tengo asumido, no tengo lectores, vale, no hace falta que nadie diga nada, y sí, antes sí los tenía -ver comentarios de entradas antiguas- y ya no, ya lo sé, vale). Y dicha tipología es la siguiente:

(N. de la R: la denominación de origen empleada en el presente escrito, léase, rata, no pretende bajo ningún concepto ser ofensiva; bueno, un poco a lo mejor).

1.-Rata-tipo number one: el rata-tipo number one es el que vamos a denominar como El dormido. El dormido sufre un empalme cerebral parecido al que padecía Eduardo Noriega en la magnífica Abre los ojos de Amenábar (que espero que hayáis visto porque si no, os he jodido la película). Es decir, para su cabeza no hay solución de continuidad entre el momento en el que estaba en su camita acurrucadito y hundido en su almohadita y el instante en el que está sentado en la silla de la biblioteca. Para su mente, no se ha levantado, no ha desayunado, no se ha duchado (si es que se ducha)... Él continúa durmiendo como lo hacía en su propio hogar. Da paz interior verle... "estudiar".

2.-Rata-tipo number two. El caliente: el caliente llega a la biblioteca con fuego en el cuerpo. O en la entrepierna. Para él el estudio, objetivo primero cuando puso su primer pie en la primera loseta del bendito edificio, queda relegado a un segundo plano en pos de regalar su vista con las múltiples hembras que allí moran o habitan circunstancialmente. Frases como Estás más caliente que el horno de Arguiñano o Estás más salido que un mono hinchado a tauritones acuden a la cabeza de quien observa a la rata-tipo number two.

3.-Rata-tipo number three. El hipnotizador: he de aclarar que el rata-tipo number three y el rata-tipo number four, que será explicado en el number four como su propio nombre indica y como debe ser, tienen mucho en común; es más, son variantes de un mismo rata-tipo. El hipnotizador tampoco estudia. Sólo te mira. Te mira a ti, no sabes por qué; no sabes qué maldita razón esgrime para SÓLO mirarte a ti con todo el mundo que hay en la biblioteca, pero es así. Te mira, te mira y no te suelta. Te entran ganas de decirle: "¿Tengo monos en la cara?". Pero como sabes que nunca te va a responder: "Sí", y con ello te va a dar el placer de contestarle: "Pues súbete, que los colecciono", desistes de hacerlo. Y no te mira normal. Te mira serio, contundente, con los ojos incluso entrecerrados a veces, como... hipnotizándote. Y hablando de empalmar, empalmemos, pues, con el siguiente tipo.

4.-Rata-tipo number four. El enamorao: este parece que te ama profundamente. Te mira hasta con ternura. Te mira con tanta ternura que te hace hasta dudar de tu sexualidad. A punto estás más de una vez de decirle: "Bésame, tonto". Es, como digo, parecido al rata 3, pero más tierno.

5.-Rata tipo number five. El estudiante fantasma o "La sombra". A este le tengo mucho cariño. Llega, suelta las cosas, se va, y no vuelve a aparecer. Se convierte en un recuerdo, algo que viste una vez. Más bonito...

Y, amigos, para el sexto y último tipo, quiero especial atención. Es el más absurdo, el más ceporro, el más... No sé cómo definirlo. Es una especie no muy común de rata-tipo. Es...

6.-Rata-tipo number six. El gilipollas que va a una biblioteca para fijarse en los demás y escribir gilipolleces en su blog. Adorable...

Y sin más me despido. La entrada de hoy me ha salido larga, pero como llevaba tanto tiempo sin escribir... pues valga por las largas semanas de ausencia. Me voy a estudiar un poco, ¿no?

5 comentarios:

GuArJoL dijo...

Pues yo te leo y yo si he echado de menos tus entradas.
Si me tuviera que definir como una rata de biblioteca, yo seria... Bueno es que la verdad yo no iba a la biblioteca. Es lo que tiene hacer la carrera del galgo.

Carlos dijo...

Tú siempre ahí, apoyándome y escuchándome.

Muchas gracias, Ángel. No sabes cómo te lo agradezco :)

El especialista escapista dijo...

Como decía el otro arriba, yo también te leo ;-)

Prefiero estudiar en casa. Ya sabes, llegas a la biblioteca y a la mediahora ya estás haciendo un descanso para tomar unas cañas, un descanso que se alarga horas...

Un placer volver a leerte

Carlos dijo...

¡¡¡Hugo, qué sorpresa!!!

:) Y un placer volver a recibir tu visita, amigo. Un abrazo muy fuerte!!

Tytyvillus dijo...

Yo era number two, de ahí taaaaaaantos años en la facultad (más que algunos ujieres) hasta que decidí estudiar con una pared enfrente.