jueves, 26 de noviembre de 2009

2 + 2 = 4



Hay máximas que SIEMPRE se cumplen, y eso es impepinable y punto y finá. Sí señor, ya está todo inventado y los distintos guionistas y tal y tal parecen no darse cuenta de que nosotros, generación que crecimos viendo la tele cuando no estábamos en la calle -o sea, cuando llovía, porque nosotros de chicos SÍ salíamos a la calle, no como ahora- hemos mamado televisión y Oliver y Benji y Mamachicho por un tubo, y de esto ya sabemos tela y no nos engañan porque no, porque yo lo digo. Entonces ¿qué pasa? Pues que hay veces que pones la tele y ya sabes lo que va a pasar. ¿Por qué? Porque tienes tablas, porque te mueves en estas cosas como pez en el agua ya, porque son treinta y dos años documentándote y bebiendo del folklore popular del enchufe y la toma de corriente y porque yo, amigos, yo, asistí al nacimiento del mando a distancia y sé de qué me hablo.

Como relato personal y escalofriante, puedo decir que únicamente veo la tele dos momentos al día: cuando almuerzo y cuando ceno. El resto del tiempo es para mí ese elemento decorativo que tan chulo queda apagado y que, como decía Groucho Marx, es muy educativo, porque cada vez que alguien lo enciende -y no es a la hora de almorzar o de cenar-, yo me retiro a otra habitación a leer un libro -llámale leer un libro, llámale rascarme los güevos, da iguá, el caso es que me retiro-. Pues, como decía, al ver la tele durante estos dos momentos al día nada más, mi fuente actual de programas se reduce a: Los Simpson a las 14:00 horas en antena 3 -qué gran canal-, y Los Simpson repetidos por la noche en Neox.

Breve nota cultural que, generosamente, os aporto: No entiendo por qué la gente dice Los Simpsons. En español, criaturas asesinas de la gramática, los apellidos no varían por su número. Igual que no decimos los Garcías y, ni mucho menos, los Lópeces, ¿por qué cojones la gente dice los Simpsons? Que tengo que estar en todo, me cago en la leche en bote. Esto me recuerda que tampoco entiendo por qué todo el mundo conjuga mal el verbo prever. Se escuchan cosas como preveer, o preveyeron. Vamos a vé, es pre + ver; el pre no varía y el ver se conjuga como el verbo ver de la familia de los ver de toda la vida. Es decir, preveo, prevés, prevé... previeron... ¿A que me odiáis cuando me pongo en plan pedantillo? No me malinterpretéis, pequeños saltamontes, no os estoy culpando. Yo tampoco me caigo muy bien cuando me pongo así de asqueroso.

Bueno, lo de la noche obviamente era broma. No soy tan tonto como para ver Los Simpson repetidos por la noche. Como si no tuviera suficiente con las cinco mil setecientas cuarenta y ocho veces que los he visto ya en antena 3 -qué gran canal- a mediodía (me acabo de acordar de Leticia Sabater).

Y vosotros diréis: ¿Y todo esto a qué cojones venía? Yo me he preguntado exactamente lo mismo hace unos segundos, pero ya lo he conseguido recordar y, por lo tanto, continúo. Venía a que el otro día dije: "A chuparla", porque estaban echando un capítulo que ya me sabía de memoria y... ¡¡¡¡¡cambié de canal!!!!!! -normalmente suele darme urticaria y me entran sudores fríos cuando cambio de canal mientras emiten Los Simpson, pero esta vez no ocurrió- y me puse a ver una serie de estas de risa. Y una escena me hizo reflexionar sobre lo siguiente: en las series SIEMPRE pasa lo mismo. Y como gran extrapolador que soy -cuando voy por la calle, la gente dice: "¡Mira, ahí va el extrapolador!"-... Como gran extrapolador que soy, decía, extrapolé, extrapolé, y, tras una larga meditación que me hizo dejar de masticar durante unos instantes, llegué a la conclusión de que ese SIEMPRE pasa lo mismo se puede hacer extensivo no sólo a las series de risa, sino a otros géneros también. Me explico, empezando con el caso que generó tanta polémica interna en mi cosquilleante cerebro:

1.- En las series de risa americanas, cuando detienen al protagonista por equivocación -porque SIEMPRE detienen y llevan a la cárcel al protagonista, da igual la serie que sea y del año que sea-, la llamada a la que el detenido tiene derecho por ley NUNCA sirve para nada. ¿Por qué? Porque SIEMPRE coge el teléfono el más torpe de la serie. A ver, amigo protagonista de una serie de risa: si cuando hablas y dices algo gracioso (o no), oyes unas risas enlatadas de fondo que no suenan en tu cabeza sino en el ambiente que te rodea, te detienen y el policía te tira una moneda para que llames por teléfono... ¡¡¡Illo!!! ¡¡¡No llames!!! Que es pa ná. Guárdatela, cojononcio, que nunca se sabe cuándo te va a apetecer una bolsa de quicos.

2.- En las películas de terror, sean del país que sean, SIEMPRE el malo muerto se levanta una y hasta dos veces después de muerto. Querido amigo adolescente que protagonizas dicha película: cuando mates al malo malote, sea humano o no humano, clávale un cuchillo, sácale los ojos, descuartízalo, hazte una lamparita con sus huesos, quémalo, méate encima, tírale el chicle que tienes en la boca con mucha fuerza, dile con desprecio: "¡No sirves para nada!" (para hundirlo moralmente si por lo que sea sigue vivo), pícalo con la cortadora de césped... pero hijoputa, no te des la vuelta a la primera cuchillada, porque SE VA A LEVANTAR y va a ir a por ti.

Este mensaje va dirigido al que pone el sonido en las películas: cuando se levante, pon la música más baja, cabrón, que me rompes los tímpanos y encima me da susto. Gracias.

3.- En las series españolas y hasta en las películas, la chacha SIEMPRE es andaluza y dice cosas como: "Ojú, ío" y "Ay, señó". Esto, como andaluz de Andalucía que soy de toda la vida, podría molestarme, pero no. Me da igual. ¿Por qué? Pues no lo sé, pero me da igual, qué quieres que te diga, no me enfado por esas cosas. Que España entera quiere pensar que en Andalucía sólo hay chachas que dicen: "Ojú, ío" y "Ay, señó"... pos vale, que piensen lo que quieran.

Y, por último, un caso que no se debe a un guión inicial ni está escrito en un papel. Un caso del mundo del deporte:

4.- En un partido de fútbol, cuando un futbolista se tira al suelo como si le hubieran arrancado el pellejo con un cortauñas desafilado, llevándose las manos a la cara y chillando como si le hubieran depilado los güevetes con el cuchillo de untar manteca, SIEMPRE le han dado en el hombro y NUNCA en la cara. Ellos son así...

En fin, que está todo inventado y ya está. No hay nada que hacer. No esperéis originalidad ni giros innovadores y sorprendentes. Siempre vais a ver LO MISMO con actores, caras y voces diferentes, pero lo mismo al fin y al cabo. Por eso veo repetidos Los Simpson, porque, total, si al final da igual. ¿A que ya no parezco tan tonto?

Preferiría que no respondierais a esta pregunta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y siempre siempre, si estas en casa y entra un ladrón, o un asesino, siempre siempre, subirás a la planta de arriba, da igual que estés al lado de la puerta de salida que te iras por las escaleras, te tropezaras, subirás al cuarto, y acabaras saltando por la ventana.

son muy inteligentes los peliculeros si señor.

el pedante que estudia contigo dijo...

Qué arte tienes escribiendo. Cada vez me río más.
PD :al final todo se pega...

Carlos dijo...

SARA: y si hay dos habitaciones, una oscura y otra con luz, se meten en la oscura, cierto. Esa se me pasó. Muak!!!

SR. PEDANTE: me alegra tener un compañero de fatiga así en estos meses tan duros. Pero, como diría el sr. Lobo (Pulp Fiction), "No empecemos a chuparnos las pollas".
Porque digo yo que eres el sr. burol...