
Hoy vengo a hacer un poco de justicia en este mi humilde blog; y es que, poco a poco, lo voy convirtiendo en una herramienta social para criticar y hacer eco (eco negativo, claro) de todo lo fútil, inservible e incluso estrafalario que no me permite vivir. Y sí, últimamente hay una cosa que no para de revolotear por mi cabeza y que no me deja respirar bien, me produce pesadillas e intranquilidad y me da muchas ganas de hacer pipí (esto último no sé si está relacionado, pero yo le he echado la culpa y ya está).
Hoy vengo a hablar de las canciones absurdas, esas que jamás deberían haber visto la luz o, en su caso, una vez vista, y ya que parece que era irremediable, al menos deberían haber venido en el cd con un libreto adjunto en el que se dieran todos los datos del autor y/o compositor de la misma, dirección incluida, para posibilitar así el estrangulamiento impío y premiditado de dicho personaje -o personajes, en su caso-. Sí señor, hay canciones que merecen un castigo, y no son pocas, no. Hay MUCHAS, aunque yo vengo a hablar primordialmente de tres, que podría hablar de más, como digo, pero se me viene criticando últimamente que hago las entradas ya muy largas -maldito seas, Franco, por cargar a mi ser con la culpa de la dilatación y de lo prolijo- y no quiero disgustar yo a mis tres lectores, ni mucho menos, que yo los cuido como a mi vida y mi ser, sí señor -hasta que consiga más, que entonces me sentiré borracho de poder y os darán porculo bien dao (quizá esto debería haberlo pensado, pero no dicho; no sé)-.
El caso es que las tres canciones son las siguientes:
1.- La cucaracha. Ignoro quién es el mendrugo que compuso esta canción, si es que se le puede llamar así, pero imagino que es un sádico, aparte de rarito, porque considerar que una cucharacha es ese simpático animalito que merece una canción para la posteridad es de zoquete elevado a la máxima potencia. Encima no habla de una cucaracha cualquiera, no. La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, porque no tiene, porque le faltan las dos patitas de atrás. Eso es. El tío obsceno encima viene a traernos una cucaracha mutilada. Como si ya el puto bicho de por sí no fuera asqueroso en estado natural, no. ¡Vamos a joderla más! ¡Vamos a privarte de tres desayunos por lo menos! Tío, tú estás enfermo. Que hayas cogido una guitarra, un cuaderno y un boli para escribir esto es de mirártelo en el médico, cacho depravado. Encima debía estar borracho el degenerado, porque luego la letra va evolucionando hacia un terreno de nadie que poco o nada tiene que ver con una cucaracha mutilada y zombi (porque luego resulta que está muerta y se la llevan cuatro zopilotes y -ojo- un ratón de sacristán, manda cojones), y se pone a hablar de dos zumbados que responden al nombre de Perico y Perica -eso es estrujarse el coco buscando nombres, sí señor- que planchan una camisa. Eso se llama conexión lineal-argumental: Cuando la Perica quiere que el Perico vaya a misa, se levanta muy temprano y le plancha la camisa. Y acaba la canción -con otro verso absurdo de estos dos que no sé quiénes son-, y te deja ahí, huérfano de conocimiento y preocupado por el velatiorio de la pobre cucaracha. Ala, y te jodes sin saber de ella más. En fin, lo dicho: canción que jamás debió ver la luz.
2.- La flauta de Bartolo. Esta canción es una puñetera obscenidad. Y lo más fuerte de todo es que va dirigida al público infantil. O sea, vamos a ver: una canción que, bajo su letra aparentemente inocente e inofensiva, está hablando de un pene loco y hambriento, ESTÁ ESCRITA PARA LOS NIÑOS. Bartolo tenía una flauta con un agujero sólo; hasta ahí todo claro. Ignoro cuáles son los orígenes de esta canción, pero supongo que su concepción formal estuvo ideada con el fin de esquivar la torpe censura de la época. Pero claro, esquivar la censura para escribir algo moderadamente sensual o incluso sexual, pase. Pero hacerlo para hablar de un pervertido corrupto y obseso me parece excesivo. Porque, ojo, sigue la letra y dice: Y a todos daba la lata con la flauta... Es decir, que este salido de los cojones se iba rozando con todo/a el/la que se cruzaba. Y, como va, como he dicho, dirigida a los niños, encima pederasta. Muy bien, te has lucido. Y nosotros, con orgullo patrio, la convertimos en folklore popular. Qué necesario era un Bustamante que nos hiciera olvidar todo esto. ¡Qué necesario! (Que Dios me perdone por esta última afirmación, provocada, sin duda, por la indignación del momento).
3.- Amigo Félix. Esta ya es la hostia. Voy a intentar dejar a un lado que el Enrique este me cae como el culo y trataré de dar la máxima objetividad posible a mi análisis de esta canción del demonio, aunque no sé si lo lograré, la verdad. Con esta ya de entrada descubres que el reino animal es lo más cotilla y cotorra que te puedes encontrar en la vida. Esta mañana me ha contado el gallo que el elefante le contó al castor que la culebra le dijo a la piraña que... ¡¡¡Pero buenooooooooooooooo!!! ¿¿¿Estos bichos qué compañía de teléfono tienen, por diooooos, que se llaman tanto??? Vodafone y Movistar los descarto, porque son muy caros y no dan para rajar así, y Yoigo tiene poca cobertura, y con tanto árbol no puede ser. Bueno, da igual, el caso es eso, que vaya tela con los animalitos si son cotillas... Luego viene lo mejor: Amigo Félix, cuando vayas al cielo, amigo Félix, hazme sólo un favor... Ya empezamos mal, ¿tú ves? Me estoy muriendo y encima me mandas deberes. Pues no, déjame morirme tranquilo, que ya es bastante duro de por sí, pelmaza. Quiero ir contigo a jugar un ratito... Pero ¿tú qué concepto tienes de la muerte, suicida del demonio? A ver, que esto se acaba y se acaba, y es así. Anda, vete a jugar un ratito, que para ser tan chica eres un poco rarita, deseando este tipo de cosas. En una secta o algo habrá sido criada esta criatura. Esta mañana no ha comido el loro, ni el hipopótamo, que está en el zoo. Mira, no sé en qué zoo están, pero hay que cambiarlos YA. Porque si en ese zoo tratan así a los animalicos, privándoles de comer, muy buen zoo no será. Aunque claro, vieniendo esta información de una niña suicida de diez años que encima hace pareja musical con un cenutrio como el Enrique este, pues, qué quieres que te diga, ya no me creo nada. Lo mismo el loro y el hipopótamo se acaban de dar el festín de su vida (que, viniendo de un hipopótamo, ME LO CREO) y la joía niña esta anda ahí alarmando al personal para nada.
Bueno, pues lo dicho. No me extiendo más, que al final me ha vuelto a salir larga la cosa y luego Franco se me queja. Un besito a todos y save the music y todo eso.
4 comentarios:
la unica cancion que conozco es la de la cucaracha... y ni si quiera me la se entera, que infancia por dios...me acuerdo que cuando me compraron mi primer walkman, venia con una casset de villancicos... en cuanto escuche la cancion de la cucaracha... que no se porque estaba con los villancicos....acabó en la basura.
solo me sé la de la cucaracha y hasta el "porque no tiene porque le faltan las dos patitas de atrás" así que supongo que debo considerarme afortunada xD
no te preocupes, carlos, que yo te resuelto el problema: puedes optar por ir a los siguiente lugares:
a) casa de tu vecino/a
b) casa de tu mejor amigo/a
c) casa de los creadores de esas obras de arte que acabas de mencionar
d) la ducha (no es una indirecta, pero supongo que no soy la única que se va a duchar dejando el ordenador encendido)
e) quedarte mirando la pantalla del ordenador, lo cual puede ser ligeramente desesperante, pero tarde o temprano acaba
y otra cosilla (olé, megacomentario, no te quejarás), no sé si es que lo has cambiado recientemente o es que yo no me había fijado, pero tu perfil me ha encantado :P
Como el Franco ese se entere de que lo usas como excusa y muletilla... Igual te insulta o algo...
SARA: qué paradójico. La cinta acabó en la basuta. Como las cucarachas...
AIDA:
a)Paso de mi vecino, que está todo el día moviendo muebles.
b)Y si yo fuera como Oliver Hatton, cuyo mejor amigo es el balón... ¿dónde iría? ¿A la válvula? Ahí tiene que costar respirar.
c)Entonces asesinaría a Enrique y me pasaría años en la cárcel, con lo cual no me saldría rentable subir un vídeo.
d)No quiero destruir la protección de mi piel, porque si resulta que el día que subo un vídeo ya me he duchado, me ducho dos veces, y para destruirme a mí mismo y a mi piel, prefiero matar a Enrique.
e)Sólo aguantaría tanto tiempo mirando la pantalla si pongo porno. Es una buena opción...
BUROL: qué va, quillo, si el Franco ese es un capullito. A ti te caía mal, ¿no? Si en la academia los ponemos a caldo en los descansos, ¿no te acuerdas? Que si pedante, que si esto, que si lo otro... muajajá
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