La butaca, session 1

Hoy vengo en plan crítico de cine enteraíllo. Porque es que resulta que ayer vi una película de ciencia ficción buenísima y que me encantó. No es un género este del que yo sea muy seguidor, la verdad, no os voy a engañar. Pero lo cierto es que, por una vez y sin que sirva de precedente, me gustó la película esta, oye. Se llama La duda, y os la recomiendo encarecidamente, por mucho que cada vez que veáis el título se os venga a la cabeza ese famoso refrán de "Ante la duda, la más tetuda" (ver foto). No, no, nada que ver esta película con el refrán, groseros; aquí estamos hablando de algo serio, del séptimo arte, de una grandísima película de ciencia ficción, así que un poco de respeto, que me voy a ver obligado a expulsaros de mi blog por salidos y tetófilos.

El argumento es sencillo, pero no por ello carente de interés: la película está ambientada en los años sesenta, recién asesinado Kennedy, y nos sitúa en un colegio religioso dirigido por un párroco un poco cachondo y bonachón, pero eso sí, con las uñas muy largas, y, lo siento amigo cura, pero por mucho que defiendas que las llevas limpias durante la película, unas uñas largas en un tío entradito en los sesenta años (bueno, de cualquier edad en realidad) son un poco ASQUEROSAS, guarro. Bueno, aparte de lo de las uñas el tío es así to buena gente y simpaticón, y se porta muy bien con los alumnos y todo eso. Y luego hay una monja un poco cabrona que ha nacido para tocarle los huevos. Y ya no os cuento más que no quiero destriparos la película y quiero que la veáis. El caso es que, como es lógico, estos dos personajes chocan por su filosofía de la enseñanza: uno ve que los tiempos están cambiando y que la iglesia se tiene que modernizar y la otra piensa que la Edad Media fue el mejor invento después de la rueda.

Así que nada, lo dicho: os la recomiendo. Bajáosla y vedla, que es buena.

Y claro, uno dirá: "Coño, ¿y esto qué tiene de ciencia ficción?".

Pues que en la película sale una monja guapa.