El perro chungo

"Soy Billy el cachorro"

Antes de comenzar, me gustaría recalcar algo: soy la polla. Sé que lo sabíais ya, que no aporto nada nuevo, pero es que es así. Por favor, un momento de atención a algo publicado por "moi" el día anterior a la gran final de la copa del mundo de fútbol que, como todos sabéis, jugaron España y "los que iban a disfrutar de una felación pero luego no", aka, Holanda. Copio y pego:

"Así que, Robben, Schneider... ya sabéis: patada que te crió y juego sucio si hace falta. Si pasa algo que pase sólo el balón, ni Xavi Alonso ni puñetas. Al suelo y aquí to el mundo es güeno. Que, joder, hay mucho en juego".

Ea. Toma castaña. ¿Qué conclusión sacamos de todo esto? QUE HOLANDA LEE MI BLOG. Y punto. ¿Quién se llevó patadita arrikitaun en el pechito? ¡¡¡Xavi Alonso!!! Uf, a veces ni yo me creo que pueda ser tan grande.

Pero bueno, después de este baño en las mieles hacia mí mismo o automieles, voy con lo de hoy: el perro chungo.

Los que me conocen saben que no soy muy amante de los perros. Los que alguna vez se han pasado por este blog también lo saben, porque lo he manifestado en más de una entrada. Pero fíjate tú que de repente he encontrado a un perro que me gusta y que me llevaría a casa: el perro chungo. Decir chungo es quedarse corto, porque este perro es más chungo que Chuck Norris con un forúnculo. Señores, QUIERO A ESTE PERRO. Quiero tenerlo, darle Dog Chow todos los días, cepillarle su pelo de seda, dejarle que me lama, que se suba a mi regazo, porque, amigos, este perro es un perro de verdad. Basta ya de tanta gilipollez de "el perro es el mejor amigo del hombre". A la mierda ya. Este perro ha nacido para colocar los puntos sobre las íes, para dejar las cosas claras y el chocolate espeso, para gritar al mundo: "Los perros tenemos algo que decir", para poner a los canes en su lugar, malditos falsos hipócritas que sólo me seguís porque tengo la comida, impostores, cabrones, guarros...

Este perro ha cogido una escopeta y le ha pegado un tiro a su dueño. ¿Son eso cojones o no son eso cojones? Y además ha pensado: "Ya que humillo al cabronazo este, vamos a hacer las cosas bien", y le ha pegado un tiro EN SU CULO. No en el hombro, que habría quedado muy heroico y de película; no en la pierna, que habría quedado muy bélico; incluso, si me apuras, en la cara, para que le quedara una herida hercúlea y masculina -hasta que hubiera explicado quién le había pegado el tiro, claro-, no. EN EL CULO. Ahí, para que te jodas. Para que la frase "Mi perro me pegó un tiro en el culo" no sea el comienzo de un chiste, sino una realidad palpable. Y diréis: "¡Qué ensañamiento más gratuito hacia el pobre dueño!". Pues no, porque el tío era cazador y los cazadores no me gustan. Al parecer, este hombre, cuyo nombre no ha sido dado a los medios de comunicación pero al que vamos a llamar Rodriguito, había estado cazando en unos bosques de Nueva Zelanda, y, mientras se acomodaba en el asiento de su coche para largarse de vuelta a casa, su lindo can saltó sobre el rifle, más concretamente sobre el gatillo, y tiro en el culo que te crió. ¿Cómo se estaba sentando Rodriguito para que el tiro le diera en el culo? ¿Cómo se coloca ese hombre cuando se sube a un coche? Esto no he podido confirmarlo, pero al parecer, mientras "apretaba" el gatillo, el perro exclamó: "¡¡¡¡Elendil!!!!!", y es que al parecer al chucho le gustó mucho El señor de los anillos; habría peferido un arma blanca para quedar más como Vigo Mortensen, pero no tenía ninguna a mano y tuvo que conformarse con la escopeta, que queda menos de la Tierra Media pero es igual de efectiva -u más-.

Así que ya sabéis, extraños amantes de los perros que dejáis que coman de vuestros platos y que os embadurnen de saliva por todo lo que viene siendo la cara: no les déis la espalda, que ha comenzado... LA ERA DEL CAN.

He dicho.