domingo, 22 de enero de 2012

Y en tu corazón no hay calor ni frío, es como un dolor o un escalofrío

Hoy vengo a hablaros de un extraño fenómeno musical que tuvo sus orígenes hace unos añitos ya y que, tomando como punto de partida un suceso lamentable que jamás tendría que haber ocurrido, se extendió, procreó y dio lugar a múltiples horrores asesina-acordes pugilísticos para mi pesar y para el de todo aquel que ame la música sobre todas las cosas (menos sobre el porno, que siempre va en primer lugar; vamos, de hecho, cuando uno se pone en plan existencial pseudo-depresivo jazzero, y se pregunta: "¿Por qué estoy aquí? ¿Para qué he venido a esta vida?", yo siempre hallo la respuesta de manera veloz y cuasi-automática: PARA VER PORNO; sí: soy tan lamentable, que el porno da sentido a mi vida). Pero dejadme, que no he venido aquí para hablar de porno, sino de esta cosa musical que me trae por la calle de la amargura, me llena de desasosiego, pesar y piquitos -es que cuando me deprimo, como piquitos-: he venido para hablar de... ¡¡¡¡el andylucaísmo!!!! Síiii, amigos, esos dos cabrones hicieron un daño que te cagas a la música popular trovadoresca, cogieron el concepto y miccionaron sobre él, aplastaron la moral de los acordes, devoraron para luego regurgitar sin ningún cargo de conciencia la esencia misma del arte... Y todo ¿para qué? ¿Porque sentían pasión por las melodías y una necesidad imperiosa de expresar lo que llevaban en su fuero interno? NO. ¿Porque no los cogieron para trabajar en el Mercadona y tenían que sacarse los cuartos? NO. ¿Porque sus padres les obligaron? NO. Lo hicieron PARA FOLLAR. Síiii, señor, el andylucaísmo tiene sus orígenes en el ansia de follar. Me explico: conócese por andylucaísmo al fenómeno que se produce cuando un grupúsculo de chavales normales tirando a feítos sabe que ni invitando a cubatas en la disco del pueblo va a tener la gran suerte de copular y dice: "Hostia, pues voy a montar un grupo que cante por flamenquito bellos versos de Pemán". Y crean el grupo. Y salen en la tele. Y graban videos extraños. ¡¡¡Y FOLLAN!!!

¿Qué ocurre? Que si la cosa se hubiese quedado en Andy y Lucas exclusivamente, pues uno diría: "Anda, mira qué monos, que riman "frío" con "escalofrío" y se quedan tan panchos". O: "El gordito está engordando". O "Hay que ver cómo ha adelgazado el gordito". O cosas así.

Pero no. Resulta que estos cabrones abrieron la puerta a una maldita horda de orcos (no por feos, que en algunos casos también, sino por aberraciones musicales) que han dominado la tierra y youtube y ahora estoy jodido y tengo que sacarlo de alguna manera, así que por eso estoy escribiendo esto.

Estos mamones tienen TODOS algunas cosas en común, las cuales paso a detallar cuidadosamente:

1.- Como ya he dicho anteriormente, todos son normales tirando para feítos. Este es requisito indispensable para ser un miembro del adnylucaísmo. "ME QUIERO TRINCAR A UNA CHELI" es el primer pensamiento que pasa por sus cabezas nada más abrir los ojos cuande el gallo hace kikirikí. Y, como también he dicho, al final, consuman.

2.- TODOS son canis. Da igual que lo muestren a las claras o que se pongan el plan elegante con sombrerito o con chaqueta de vestir remangada. Al final, TODOS son canis. Esto es consecuencia u origen (analicen ustedes cuál de los dos y saquen sus propias conclusiones) de su "ME QUIERO TRINCAR A UNA CHELI".

3.- TODOS cantan en andaluz. Está terminantemente prohibido, si eres un elemento cooperante o un líder de la causa andylucaísta, decir: "Tus cabellos me enamoran". Tienes que decir: "Tuh cabelloh me enamoouuuuran". Esto, a su vez, está relacionado con ser cani y con pensar "ME QUIERO TRINCAR A UNA CHELI". Porque sí, amigos andaluces como yo, asumámoslo: somos los founding fathers del fenómeno cani.

4.- TODOS dicen "Niña" en algún momento de la canción (o en varios). Si quieres ser un orgulloso miembro del andylucaísmo, tienes que decir IMPEPINABLEMENTE y sí o sí: "Tuh cabelloh me enamoooouran, NIÑAAA". Si no lo dices, te vas fuera.

Bueno, y basta ya de palabras y argumentos, que llega el momento de demostrar todo lo que digo. Amigos, os dejo como muestra un botón, pero os pido antes de ello y de despedirme que unamos nuestras fuerzas y luchemos contra este fenómeno, que SAVE THE MUSIC y que, ¡hala!, os dejo; que me voy al puti, que yo monté un grupillo de estos y ni así me comí una rosca. Buen día, insensatos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Carlos, me gusta tu blog. Entrare de vez en cuando para ver tus publicaciones. Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Hombre... tampoco son de mi agrado, pero igual que tú, intentan hacerse un hueco y ya que les brindan la oportunidad, vivir de ello. Tendrán más o menos talento, pero para gustos los colores. En mi opinión, ningún músico es, ni llegará a ser un verdadero músico, cuando se cree con el derecho de hacer público su sentido crítico aplastante al estilo Risto Mejide. Te deseo buena suerte, y más humildad de la que, de seguro, tienes.

Carlos dijo...

Veo que no has leído la carátula del blog: "La casa del alfabeto, CON POCA CALIDAD Y MUCHA PREPOTENCIA". Mira que lo he avisado...